A veces hay que sacar nuestro lado creativo para verle el queso a la tostada, o hablando en términos financieros, la plata a la billetera. Ya sea para alcanzar una meta de ahorro que nos planteamos, o para llegar a fin de mes, hay buenas prácticas que se adaptan a cada perfil.
En cuanto a ahorrar no hay nada escrito, y eso es una gran ventaja, así la técnica más recomendable es la que mejor te funcione a vos. Puede ser una, puede ser otra o una combinación de ambas, tenés más opciones y si armás algo a tu medida es más fácil adoptar el hábito.
Anteriormente, ya te contamos sobre el método kakeibo en este artículo, un sistema que tiene mucho de disciplina japonesa para dar con tus metas financieras, los japoneses la tienen re clara en esta materia.
En esta oportunidad te venimos a contar sobre el Método Pareto, que se llama así por la Ley de Pareto, la cual se trata de que el 80 % de las consecuencias proviene del 20 % de las causas, y viceversa. Con esta definición ya más o menos te debes haber hecho una idea de qué va la cosa en el ahorro.
Este método vas a empezar por identificar la fuente de tus egresos, tanto fijos como variables y hasta los odiados gastos hormiga. Después de tenerlos en la mira, te será más fácil descartar aquellos que te están alejando de tu meta de ahorro o que mensualmente reducen ese monto que va al chanchito.
El método Pareto consiste en mantener tus gastos fijos y más importantes entre el 80 % de tus egresos mensuales, mientras que el 20 % restante vas a destinarlo para los ahorros. Idealmente, hacelo a principio de mes, así garantizás ese monto y es menos probable que lo gastes, separalo y te olvidás de que existe.
Determinar un porcentaje de ahorros mensual es el primer gran paso para alcanzar tu objetivo, sea salir de una deuda, reunir para un proyecto o armar tu fondo de emergencia. El resto del camino hasta esta meta es mantener la constancia teniendo la mira fija en eso que querés lograr.
Tip extra: seguí de cerca tus finanzas, conocé tu flujo de dinero como a la palma de tu mano. Controlá lo que ingresa y lo que sale, así como sus fuentes, de esta forma podés identificar más acertadamente las oportunidades de mejora en tu presupuesto, como por ejemplo: subir ese 20% a un 25% por lo menos durante un mes.
Y si un mes no pudiste alcanzar la meta de ahorro, no te agobies, lo importante es que tus finanzas las mantengas lo más ordenadas posibles, imprevistos pasan siempre y para esos casos contás con nosotros, desde Wayni te tiramos la soga y volvés al carril en un pestañeo.