Hay una cosa cierta e indiscutible: no nos estamos haciendo más jóvenes, a menos que seas Benjamin Button, claro. Así que si no tenés nada que ver con Benjamin, este artículo es para vos, ¡seguí leyendo! 

Es común que trabajando por tu cuenta, te abrumen ciertos procesos que estando en relación de dependencia se dan automáticamente, un buen ejemplo de esto es cómo tramitar la obra social siendo monotributista, y qué suerte que tenés, porque te explicamos el paso a paso de ese trámite en este artículo. 

Ahora es el turno de esclarecer qué onda con la jubilación, si sos de quienes no tienen deducciones en sus ingresos mensuales y, por supuesto, no te querés jubilar con la mínima. ¡Te bancamos a muerte! 

Primero, sacate de la cabeza que es muy pronto para estar hablando de jubilación, pensión y retiro; mientras más temprano empieces a planificar, más placentera será tu vejez. Tu ‘yo del futuro’ te agradecerá los minutos que le invertiste a leer esta nota. 

Tenés que saber que como Gig Worker contás con jubilación, ya que dentro de los que abonás mensualmente en el monotributo está comprendido el aporte destinado a este beneficio. Independientemente de tu categoría, trabajando por tu cuenta podés jubilarte a los 60 años si sos mujer, 65 si sos hombre, o después de cumplidos 30 años de aportes registrados. 

Estos aportes mensuales te dan el derecho a una jubilación con la mínima, que actualmente es de 50.353 pesos, y siendo sinceros, es muy poco probable que te alcance para vivir, por eso hay que empezar a prepararse lo más pronto posible para una vejez sin muchas preocupaciones. 

Las alternativas que tenés para superar la jubilación mínima son varias, lo que todas tienen en común es que necesitás definir cuánto querés “cobrar” y a qué edad quisieras retirarte, esos dos factores son clave para empezar a armar tu plan de jubilación. 

Lo siguiente es hacer unos cuantos cálculos: si tenés 30 años y querés jubilarte alrededor de los 65, contás con 35 años para reunir la plata. No podemos predecir cuánto tiempo vamos a vivir, pero seamos optimistas en esto y digamos que llegás a los 100 años: tendrías que reunir para vivir un estimado de 35 años. 

Luego, se trata de explorar tu perfil financiero, ¿querés juntar la plata?, ¿invertirla?, ¿podrías comprar un inmueble para resguardarla? Acá lo clave es el riesgo que estás dispuesto a correr, el tiempo con el que contás y tu nivel de ingresos mensuales.

Si querés juntar la plata, miralo como un porcentaje mensual que separás a principio de mes y te olvidás, como si trabajaras en una empresa y esta te lo saca directamente de tu sueldo, nunca te enterás de su existencia. En este caso, lo que te sugerimos es que determines un porcentaje de tu ingreso anual según la edad que tengas. Si tenés 30 años, lo aconsejable es que destines 10 % a tu plan de jubilación; si tenés 40 años, lo mejor es pensar en un 12 % de tus ingresos; y si tenés 50, apuntá a reunir un 40 %. Tomá estos valores como una guía, pero la palabra final la tenés vos de cara a tus ingresos mensuales y tu capacidad de ahorro.

Lo malo, y otras veces bueno, de ser freelancer, es que tus ingresos pueden variar mes a mes. En ese caso, no te preocupes si un mes no lograste el porcentaje que te propusiste, lo importante es que no decaigas y separes lo máximo que puedas, vendrán meses mejores en los que compensarás separando más de lo que tenías planeado. 

De más está decirte que todo lo que ahorres, lo pases a moneda extranjera, ¿verdad? Por las dudas, te dejamos el recordatorio. 

Si querés arriesgarte un poco más y pensás en invertir para hacer crecer esos ahorros, averiguá muy, muy, pero muuuuy bien el producto financiero que mejor se adapta a vos. Recordá que a mayor riesgo de inversión, mayor rentabilidad, pero para esto hace falta que cuentes con un colchón que te proteja del peor escenario. Si no contás con él, optá por opciones más conservadoras como fondos comunes de inversión.

Si te ganaste la lotería o simplemente te da la nafta para adquirir un inmueble o terreno, ¡dale para adelante! Las propiedades se revalorizan en menos de lo que canta un gallo. 

Recordá que podés acudir a asesores que te diseñan el plan de retiro ideal para vos, en caso de que necesites ayuda con este tema. Por último, tené presente a los Seguros de Retiro privados, que prácticamente hacen todo por vos hasta que llegue el momento de decirle adiós a tu vida laboral. 

Cuestiones como esta, hablando de la jubilación, obra social y aguinaldo; pueden ser las que te hagan debatirte entre la relación de dependencia y el trabajo independiente, así que acá te dejamos un artículo que te puede ayudar a tomar la decisión final, hicimos una lista de pros y contras por vos, corré a leerlo y descubrí qué perfil es el que más te conviene. Cualquiera que sea tu caso, ¡contá con nosotros!

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