Si trabajás de forma independiente podés sentirte un poco a la deriva en lo que a beneficios nos referimos, como: obra social, jubilación, liquidación. Estos ítems suelen estar garantizados (o por lo menos, deberían estarlo) dentro del concepto de la relación de dependencia, junto con el aguinaldo, licencias y demás beneficios que ofrecen los empleadores.

Por esto es que muchas personas dilatan su paso de la relación de dependencia al trabajo independiente, por más que lo quieran. El primero te promete cierta “estabilidad”, pero lo que descubren luego es que siendo independiente también la tienen, solo hace falta un poquito de papeleo extra y organización. 

Hoy te vinimos a contar cómo hacer para ser independiente con las bondades de la relación de dependencia, ¡cómo tener lo mejor de ambos mundos! Las alternativas con las que contás como monotributista, y sobre todo garantizarte que no estás solo en todo esto.

Si todavía te estás debatiendo entre la relación de dependencia y el trabajo independiente, acá tenemos un artículo que te puede ayudar, hicimos la lista de pros y contras por vos, así que corré a leerlo y descubrí qué perfil es el mejor para vos. 

Hablemos de la obra social. Cuando te anotás en el monotributo, tenés el derecho de elegir y la obligación de pagar una obra social. Al darte de alta, tenés que elegir la que prefieras, para luego completar y presentar la declaración jurada 300/97 en una oficina de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).

De igual forma, tenés que dirigirte a la obra social que elegiste para darte de alta y que tus aportes sean destinados a la misma. Acá podés consultar un listado actualizado de las obras sociales con las que contás como monotributista. 

Antes de elegirla estudiá bien su plan de cobertura. Si tenés algún tratamiento especial, asegurate de que lo cubran y compará con otras. No esperes al momento de ir a comprar un medicamento o hacerte un estudio para encontrarte con la sorpresa que justo la que elegiste no lo cubre. Igual, tené en cuenta que hay ciertos estudios o medicaciones que muy pocas veces son cubiertos por las obras sociales, por eso está bueno que hagas la comparativa que te mencionamos antes.

Es importante que también sepas que después de hecho esto podés unificar aportes con tu cónyuge, siempre y cuando ambos tengan la misma obra social. 

Además, podés agregar a un familiar dentro de la cobertura, indicando los siguientes datos: 

  • – Nombre y apellido
  • – N° de DNI
  • – Fecha de nacimiento y parentesco que tiene con vos

Y presentando estos requisitos: 

  • – Fotocopia del DNI del familiar;
  • – Si es hijo: Partida de Nacimiento;
  • – Si es esposa/o o conviviente: Libreta de matrimonio/Certifi­cado de convivencia.
  • Este trámite demora de 60 a 90 días hábiles y solo puede ser hecho por el titular. Tené presente que vas a tener que abonar un adicional por cada persona que adhieras.
  • Para cualquiera de estos casos recordá tener a mano el CUIL de tu cónyuge o familiar, que lo vas a necesitar.

Y si todavía te quedaron dudas sobre este tema, podés comunicarte por teléfono a la línea gratuita: 0800-222 SALUD (72583), o dirigirte personalmente a Av. Presidente Roque Sáenz Peña 530, en CABA.

Por último, recordá que tu salud representa gran parte de tu bienestar, no dejes estos detalles para último momento. Y si tu obra social no cubre algo que necesitás, ya sabés a quién acudir, ¿no? 😉

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