La inclusión financiera a la que tanto hacemos referencia en nuestro Blog, se sustenta en la idea de equidad, en la búsqueda por disminuir las brechas injustas que se establecen entre las personas por motivos de género, identidad sexual, color de piel o poder adquisitivo, entre otros. En el mes de la mujer, queremos llamar la atención sobre una desigualdad muy dolorosa que aún persiste en nuestro país y en el mundo: las brechas económicas entre hombres y mujeres. 

Según un informe presentado por el Banco Central en 2020, en Argentina son muchas las desigualdades en materia económica que aún persisten entre hombres y mujeres. La falta de visibilidad de estas brechas hace que gran parte de estos datos no sean conocidos masivamente, lo que impide la generación de acciones concretas para disminuirlas.

Que el 65% de nuestrxs clientxs sean mujeres es una muestra más que elocuente de las diferencias de ingresos que existen con los hombres. Por eso hoy queremos compartir los principales indicadores en los que debemos seguir trabajando si queremos tener un país (y un mundo) más justo para todos y todas.

Trabajo no remunerado

Según el BCRA, las mujeres en nuestro país dedican más del doble de horas a trabajos no remunerados que los hombres. Aunque no son los únicos ejemplos, el trabajo doméstico y las tareas de cuidado de niños y adultos mayores siguen recayendo principalmente en las mujeres, constituyéndose en la fuente más representativa de trabajo no pago. En promedio, las mujeres destinan 15 horas a trabajo remunerado y 42 horas a trabajo doméstico no remunerado. Los varones, por su parte, destinan 33 horas a trabajo remunerado y 17 horas a trabajo doméstico no remunerado.

Brecha de ingresos 

Además, se suma que el trabajo remunerado representa para las mujeres menores ingresos que para los hombres. Según el informe del BCRA, la brecha de ingresos entre mujeres y varones es del 27%. Es decir que, en promedio, las mujeres ganan un cuarto menos que los hombres por realizar las mismas tareas. Lo que acentúa aún más esta injusticia es el hecho de que las mujeres tienen mayor formación educativa que los hombres siendo que el 60% posee educación secundaria o superior en contraposición del 55% de los varones.

Brecha en el mercado laboral

Lo antes dicho tiene como correlato lógico que la participación de las mujeres en el mercado laboral registrado sea un 20% menor que la de los varones. En nuestro país, sólo 2 de cada 10 mujeres son titulares de una cuenta sueldo mientra que para el caso de los varones son 3 de cada 10.

Brecha en el acceso al crédito 

Este aspecto es el que nos toca más de cerca y donde creemos que el aporte de empresas como la nuestra, que brindan préstamos no bancarios es fundamental. Actualmente, los varones acceden casi el doble que las mujeres a créditos que requieren mayores garantías y tiene plazos más largos de repago, como préstamos prendarios (1% mujeres vs. 1,9% varones) e hipotecarios (0,5% mujeres vs. 1% varones).

Techo de cristal 

Se le llama “techo de cristal” a la limitación que tienen las mujeres de ascender en puestos de trabajo de jerarquía, un impedimento basado únicamente en su condición de mujer. En Argentina, hay un 30% menos mujeres que varones en puestos jerárquicos y de decisión en ámbitos laborales. Solo el 5,4% de las mujeres ocupa cargos de jefatura o dirección mientras que el 7,8% de los varones acceden a estas posiciones jerárquicas.

En el mes en el que conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, recordamos que son estas brechas económicas las que, en parte, ponen en evidencia que aún estamos muy lejos de vivir en una sociedad justa y equitativa. Desde nuestro lugar de empresa dedicada al rubro financiero, tenemos el firme compromiso de seguir trabajando por la igualdad, generando herramientas económicas para la inclusión. 

En Waynimóvil ponemos nuestro granito de arena porque creemos que el cambio se construye entre todxs, todos los días.

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