Una de las herramientas más útiles para el futuro de las infancias, es la educación financiera. Te damos algunos tips para que puedas enseñarles en casa.
¿Cuál es el mejor momento para aprender? La infancia y también la adolescencia. En estas etapas de la vida, somos más permeables a generar circuitos cerebrales alternativos, debido a la plasticidad con la que contamos. Sobre todo si se trata de situaciones adversas. De esta forma hay más probabilidades de que lo aprendido en esos momentos, pueda ser aplicado en la adultez.
Para poder avanzar con la enseñanza en casa, es fundamental que se inicie por conceptos de base. Pueden empezar por compartir lo que es un Gasto, un Ingreso, el Ahorro y la Inversión. Te sugerimos explicarlo con tus propias palabras a partir de lo que implica cada uno, para poder también asimilar vos los conceptos y aplicarlos a tu vida cotidiana:
- Gastos: es clave que los gastos puedan tener un control y se encuentren por debajo de los ingresos, con el fin de ahorrar.
- Ingresos: suelen estar conformados por un salario que se recibe por el trabajo que se realiza o por ingresos derivados de una actividad por tu cuenta.
- Ahorro: es el dinero que podemos llegar a guardar para imprevistos, con objetivos específicos y deriva del control de gastos.
- Inversión: cuando ahorramos, también podemos invertir para poder hacer crecer ese monto que mes a mes decidimos separar de nuestros ingresos.
¿Cómo podemos hacerlo? A través de juegos que involucren acciones diarias en el hogar. Por ejemplo, si van a hacer las compras, se puede buscar que los niños vayan chequeando la lista de lo que necesitan comprar y ver en el supermercado los valores de distintos productos para comparar, y entender cuál es el más accesible.
También se pueden buscar juegos de mesa como El Estanciero, para que puedan a través de él asimilar más fácilmente los conceptos básicos y de forma divertida.
Para fomentar el ahorro, se les pueden asignar tareas en la casa, donde colaboren con el orden, la limpieza, el arreglo de distintas cosas en la casa y se les recompense con un valor en dinero para que aprendan lo que implica generar ingresos.
Incluso antes de que tengan edad para manejar dinero, es clave enseñarles qué cosas son necesarias y cuáles pueden esperar al momento de la compra. Darles herramientas para que analicen si la compra es adecuada para el presupuesto que tienen, en lugar de acceder a un producto o servicio por medio de la publicidad, puede ayudarlos en el futuro a ser consumidores responsables.